sábado, 9 de mayo de 2015

miércoles, 6 de mayo de 2015

¡El estetoscopio, un invento debido a la timidez de un médico!

Hasta bien entrado el siglo XVIII los galenos exploraban los sonidos propios del cuerpo de la misma manera que los externos a él: acercando el pabellón auditivo a la fuente de sonido. En algún caso especial el médico era capaz de hacerlo con una imposición de manos en un entorno de silencio absoluto. También se utilizaba la percusión con los dedos sobre la caja torácica para examinar la respuesta de las vibraciones al medio. Aun así, las vibraciones que transmitía el corazón o el sonido del aire atravesando los alvéolos pulmonares eran una fuente limitada de datos por la condicionada capacidad a la hora de percibirlos.
Además, estamos en pleno siglo de las luces, en el que hombres y -sobre todo- mujeres adornaban sus cuerpos con excesivos ropajes y corsés que perturbaban aún más la transmisión de vibraciones. Los doctores tenían que convencer a las pacientes para que se desnudaran y poder así acercar su oreja a sus pechos para facilitar la exploración. En los hospitales, pacientes indigentes y con higiene deficiente también suponían un problema para los recatados médicos de la época.

René Théophile Hyacinthe Laënnec (1781-1826) era uno de ellos. La timidez de este médico francés le impedía el gesto casi obsceno de situar sus labios a escasos milímetros del pecho de sus pacientes, y sufría por ello. Y no solo él.
Su primer estetoscopio surgió de esta obsesiva vergüenza y de ver a unos niños jugando con un trozo de madera hueca en el parque. Como el sonido se propaga mejor encerrado y dirigido por el hueco de un cilindro, pensó que eso le permitía mantener una distancia no obscena entre su oreja y el pecho de las damas que atendía.
Así, durante una auscultación de una mujer joven y muy obesa comprobó cómo con un pequeño cilindro hecho con una simple hoja de papel podría oír mejor sus latidos sin el pudor de tener que desvestirla. Todo ello lo cuenta el Doctor. H. Saintignon, biógrafo, y alumno y del propio René.
René pasó los siguientes tres años probando diferentes materiales para construir tubos y así perfeccionar su diseño. A un pequeño cilindro de madera el doctor le adosó una especie de enchufe enroscado con forma de embudo para conducir mejor el sonido. El conjunto era también desmontable para facilitar el transporte.

Su aportación a la historia de la medicina no solo fue el aparato: René Laënnec es considerado el padre de la auscultación clínica, y autor de las primeras descripciones de las bronquiectasias y la cirrosis y diversas enfermedades pulmonares. En 1819, publicó el primer trabajo sobre la utilización de escuchar sonidos corporales titulado 'Mediar De l'ou Traité du auscultación diagnostique des Maladies des Poumon et du Coeur'. Todo gracias a su timidez y aprensión en la consulta.

lunes, 4 de mayo de 2015

"LAS MANOS QUE AYUDAN SON MÁS NOBLES QUE LOS LABIOS QUE REZAN"

No podría haber encontrado mejor frase para definir lo que mis compañeros y yo hemos vivido en unas pocas horas.
Como un "examen" para conseguir la nota de proyecto integrado debíamos hacer un voluntariado en el que aportásemos una "mano solidaria". Por lo que, tras buscar tantos sitios para ayudar, nos decidimos finalmente por una residencia, que se encuentra cerca de nuestro colegio.
No tenemos palabras para describir esa sensación de angustia y de tristeza, al ver a un grupo de ancianos que se sienten tristes y solos, aburridos de tener la misma rutina. Algunos se encuentran bastante bien, otros hay que echarles una mano para moverse o llevarle a algún sitio pero por lo general todos estaban contentos y con otra alegría al vernos a nosotros allí, ofreciéndoles nuestra ayuda y haciendo juegos con ellos para animarles la tarde.

El primer día que fuimos nos costó un poco arrancar y ponernos frente a ellos a jugar o a hablarles, ya que tampoco sabíamos ni como se llamaban ni que reacción iban a tener al no conocerlos y no saber como había sido su vida, o si tenían algunos problemas físicos o psíquicos. Sin embargo, comenzamos a jugar al bingo con un grupo de unos ocho o nueve ancianos, salió ganadora una mujer encantadora, y tras ello comenzamos a decir nuestros nombres y ellos nos dijeron el suyo.
A mí no me resultó difícil aprendérmelos: Pepita, Julia, Adela, Ignacia, Antoñita, Enrique, Dolores y María. Le preguntamos que habían estudiado, cómo había sido su vida, etc. 
Además, cuando les dijimos que estudiábamos en el colegio La Presentación, un anciano, Enrique, dijo que era un colegio de monjas y que el había estado, porque el era decorador y, tal y como nos dijo, decoró el salón de actos de nuestro colegio; la verdad es que nos quedamos bastante sorprendidos.
Después de jugar a varios juegos, nos pusimos todos sentados en circulo y empezamos a contar cosas nuestras y ellos nos contaban cómo es su vida en la residencia, la hora de comer, de dormir, los juegos que hacen, que tienen un gimnasio... 
Cuando dieron las siete y media todos tenían que recogerse para cenar y por lo tanto, nosotros nos tuvimos que ir. Los viejecitos nos pidieron que volviésemos otro día, uno de ellos, Pepita, nos pidió que si podíamos ir un domingo u otro día, que se encontraban muy solos y aburridos y que estaba encantada de haber estado con nosotros toda la tarde y, por supuesto, nos esperaría.

Tal y como prometimos, volvimos a visitar a "nuestros abuelillos", esta vez conocimos a muchos más e hicimos más juegos. Empezamos a jugar con globos, diciéndoles que los pasasen con la izquierda o con la derecha, de modo que ellos supiesen diferenciar las manos y moverse un poco.
Después estuvimos haciendo un juego de palabras y, finalmente, nos pusimos a hablar con ellos sobre como habían pasado el día y si nos habían echado de menos.
Muchos decían que eramos "sus niños", que era una alegría vernos por allí y que le volviésemos a visitar muchos más días.
Al principio, no me veía capaz de hacer un voluntariado, por si no estaba a la altura, me diese mucho sentimiento o no fuese capaz de enfrentarme a personas que lo están pasando mal tanto personalmente con sus familiares como por problemas psíquicos que no se acuerden de donde están, de donde viven ahora o crean que siguen teniendo su vida de antes. Sin embargo, me ha encantado sacar sonrisas a muchos de los ancianos de allí, dándoles alegría a sus días aburridos, como decían muchos de ellos.
Ha sido una gran experiencia y mis compañeros y yo no descartamos la opción de ir más días para que se encuentren contentos y tengan razones por las que sonreír, a pesar de cualquier problema.

domingo, 26 de abril de 2015

¡Los males del cuerpo por culpa del móvil!


1.- Infertilidad. Ir de un lado para otro llevando el móvil en el bolsillo del pantalón podrían estar reduciendo las posibilidades de los hombres de tener descendencia. Segúnuna revisión de diez estudios científicos realizada por la Universidad de Exeter (Reino Unido), las radiaciones electromagnéticas de radiofrecuencia emitidas por estos dispositivos pueden ir en detrimento de la fertilidad masculina. En concreto, el movimiento de los espermatozoides se ve perjudicado, y lo mismo sucede con su viabilidad y su concentración en el semen.
2.- Trastornos del sueño. De acuerdo con un trabajo de la Universidad de Gotenburgo (Suecia), el uso frecuente del móvil perjudica la salud mental, nos hace propicios a padecer depresión y aumenta la probabilidad de sufrir estrés y trastornos del sueño. Por otro lado, un estudio reciente publicado en PNAS, advertía de que los dispositivos que emiten luz para la lectura, la comunicación y el entretenimiento y que usamos antes de irnos a dormir no solo reducen la melatonina sino que también prolongan el tiempo que tardamos para dormir, retrasan nuestro reloj circadiano, reducen la cantidad y retrasan el sueño REM.
3.- Peor lenguaje. Enviar mensajes de texto surte un efecto negativo sobre nuestra habilidad lingüística a la hora de interpretar y asimilar palabras nuevas, según una investigación de la Universidad de Calgary (Canadá). Los investigadores lo atribuyen a que el lenguaje de los mensajes de texto es restrictivo. Por el contrario, leer textos en formato impreso tradicional expone a los sujetos a un lenguaje variado y creativo y propicia la flexibilidad en el uso del lenguaje.
4.- Tus pasos. Andar por la calle intercambiando mensajes de texto en el móvil cambia nuestro modo de caminar. En concreto, avanzamos más lento y no dibujamos una línea recta. Además, tendemos a perder el equilibrio, porque aunque los brazos se mueven igual, el movimiento de la cabeza aumenta cuando leemos o escribimos en la pantalla de nuestro dispositivo móvil, tal y como se podía leer en un estudio australiano de la Universidad de Queensland publicado a principios de año en la revista PLOS ONE.
5.- Dolor de cuello. El trastorno muscular más frecuente en la sociedad de la información es el text neck. Se trata de una alteración de la posición del cuello que causa rigidez, dolor de hombros y cefaleas, y que se desencadena tras mantener durante demasiadas horas al día una postura con el cuello inclinado hacia abajo. En algunos casos, el cuello llega incluso a perder su curvatura natural.

miércoles, 22 de abril de 2015

¡¡¡NIETZSCHE!!!

Preparados o no para selectividad en la asignatura de Filosofía, dejo un vídeo perfecto para entender, después de haber asimilado el tema, la intención y todas las relaciones entres los "nuevos valores" que quiere transmitir Nietzsche.


viernes, 17 de abril de 2015

¡¡LA BEBÉ QUE NACIÓ "EMBARAZADA DE GEMELOS"!!

Todos conocemos las famosas matrioskas, las muñecas rusas que esconden en su interior otras más pequeñas. Pues bien, en el parto que atendieron en un hospital de Hong Kong un equipo médico se encontró algo similar, ya que halló lo que parecían ser un par de fetos dentro del cuerpo de una niña recién nacida.
Este cuadro médico tiene la probabilidad de producirse de una vez cada medio millón de nacimientos y solamente hay unos 200 casos documentados en el mundo, según el estudio publicado recientemente en 'Hong Kong Medical Journal'. Un caso parecido se describió en 1984, después de practicar una cesárea a una madre embarazada de ocho meses.

Cada “feto” tenía cuatro extremidades, piel, una caja torácica, los intestinos y un tejido cerebral primitivo. Ambos estaban unidos por un cordón umbilical, según describen los especialistas que atendieron atónitos al parto, que tuvo lugar en 2010.
La recién nacida pesó cuatro kilos y medio y se recuperó bien de la operación de extirpación de los dos “entes” que albergaba en su interior.
Ahora viene la pregunta que todos nos hacemos y que, lamentablemente, aún sigue sin respuesta clara: ¿Se pueden denominar fetos? Según el investigador principal, Nicholas Chao, pueden ser considerados como fetos que han pasado su etapa de gestación o como un tipo muy maduro de tumor, conocido como 'teratoma' (del griego 'teras' = pesadilla y '-oma' = tumor).
Chao piensa que al producirse al final de la gestación resulta difícil elegir entre las dos teorías, aunque la OMS clasifique este fenómeno de “feto dentro de feto” en la segunda de ellas. Sea lo que sea, es necesario investigar más en profundidad el fenómeno para ver por qué se produce.
El estado de desarrollo de los fetos (o tumores) podría situarse entre las ocho y diez semanas de gestación, según los expertos. Tenían espinas dorsales, genitales externos ambiguos y aún no habían desarrollado el cráneo.
Las ecografías de la madre en los primeros meses del embarazo eran absolutamente normales, lo que podría sugerir que los dos fetos que se desarrollaron dentro del feto podrían ser “fetos parasitarios que habían crecido poco a poco con el embrión principal”, según el estudio.
La teoría habitual para estos casos es que los fetos adicionales se desarrollan desde el principio del embarazo, para luego ser absorbidos por el principal, dejando de crecer. Pero aquí las dos masas con tejido no se descubrieron hasta las 37 semanas, teniendo las dos un idéntico nivel de desarrollo de órganos.
A pesar de la sorpresa su presencia jamás fue vista como una amenaza para la vida de la niña. “Es algo casi imposible de detectar durante el control prenatal, por el tamaño tan pequeño del embrión”, según afirma un especialista en obstetricia y ginecología a 'International Business Times'.
Quedan, por tanto, muchos casos parecidos por investigar para resolver el misterio de los “bebés matrioskas”.